domingo, 10 de junio de 2012

STRESS E INTESTINO!! (segunda parte)

Como está escrito en el estudio publicado en el Journal of Physiology and Pharmacology: “El estrés, que se define como una amenaza grave a la homeostasis, muestra tener efectos tanto a corto plazo como a largo plazo sobre las funciones del aparato digestivo…Los principales efectos que tiene el estrés sobre la fisiología del intestino incluye: 1.Alteraciones en la motilidad gastrointestinal 2.Aumento en la percepción visceral 3.Cambios en la secreción gastrointestinal 4.Efectos negativos en la capacidad regenerativa de la mucosa gastrointestinal y el flujo sanguíneo de la mucosa 5.Efectos negativos sobre la microflora intestinal Los mastocitos (MC) son importantes efectores del eje cerebro-intestino, que traducen las señales de estrés en la liberación de una amplia variedad de neurotransmisores y citoquinas proinflamatorias, que podrían afectar profundamente la psicología gastrointestinal.” Harvard Revisa Cómo el Estrés Puede Causar Trastornos Estomacales Hipócrates dijo una vez que “todas las enfermedades comienzan en el intestino”, y también es bien conocido que el estrés es un desencadenante que hace que se produzcan múltiples enfermedades crónicas. Estos dos dogmas de salud en realidad van muy de la mano con la salud de su intestino y el estrés junto con un intestino dañado puede contribuir con múltiples enfermedades inflamatorias, como: Esclerosis múltiple Diabetes tipo 1 Artritis reumatoide Osteoartritis Lupus Enfermedades Crohn Colitis ulcerosa Enfermedades crónicas de la piel Problemas renales Enfermedades urinarias Enfermedades alérgicas y utópicas Enfermedades degenerativas Síndrome de fatiga crónica Fibromialgia Encefalomielitis Miálgica (ME) Enfermedad intestinal inflamatoria En pocas palabras, el estrés crónico (y otras emociones negativas como el enojo, la ansiedad y la tristeza) pueden desencadenar síntomas y enfermedades en su intestino. Como lo explican investigadores de Harvard: “La psicología se combina con los factores físicos para causar dolor y otros síntomas intestinales. Los factores psicosociales influyen en la fisiología real de su intestino, así como en los síntomas. En otras palabras, el estrés (o depresión u otros factores psicológicos) pueden afectar el movimiento y contracciones de las vías de su tracto gastrointestinal (GI), provocando inflamación o haciéndolo más susceptible a infecciones. Además, las investigaciones sugieren que algunas personas con trastornos gastrointestinales funcionales perciben el dolor más agudo que otras personas porque sus cerebros no regulan correctamente las señales de dolor desde su tracto gastrointestinal. El estrés puede hacer que el dolor se sienta aún más.” Curiosamente, la conexión funciona en ambos sentidos, es decir que mientras el estrés puede provocar problemas intestinales, los problemas intestinales también pueden provocar problemas emocionales. Los investigadores de Harvard continúan: “Esta conexión va en ambos sentidos. Un intestino con problemas puede mandar señales al cerebro, así como un cerebro con problemas puede mandar señales al intestino. Por lo tanto, el estómago de una persona o el malestar intestinal puede ser la causa o el producto de ansiedad, estrés o depresión. Eso se debe a que el cerebro y el sistema gastrointestinal están íntimamente conectados- tan íntimamente que en realidad deberían de ser vistos como un solo sistema.” El Desequilibrio en su Intestino Puede Producirle Depresión, Ansiedad y Más Si se siente estresado, es esencial darse cuenta que esto no sólo podría afectar su salud intestinal, sino que podría estar siendo causado por su misma salud intestinal, o más específicamente, por la falta de esta. Curiosamente, la evidencia científica demuestra que nutrir su flora intestinal con bacterias amigables provenientes de alimentos fermentados o probióticos es algo extremadamente importante para el funcionamiento adecuado del cerebro y eso incluye el bienestar psicológico y el control del estado de ánimo. Por ejemplo, se ha demostrado que los probióticos conocidos como Bifdobacterium longum NCC3001 normalizan el comportamiento de ansiedad en ratones infectados con colitis.i Una investigación publicada en el año del 2011 también demuestra que los probióticos tienen un efecto directo en la química de su cerebro bajo condiciones normales, de tal manera que puede afectar sus sentimientos de ansiedad o depresión. En resumen, el probiótico Lactobacillus rhamnosus tuvo un efecto marcado sobre los niveles GABA (un neurotransmisor inhibitorio que esta involucrado en la regulación de muchos procesos psicológicos y fisiológicos) en ciertas regiones cerebrales y disminuye el estrés inducido por la hormona corticosterona, dando como resultado una reducción de ansiedad y depresión relacionadas con el comportamiento. ii Los autores concluyeron: “En conjunto, estos resultados resaltan la importancia del papel de la bacteria en la comunicación bidireccional del eje cerebro-intestino y sugiere que ciertos organismos podrían ser complementos útiles en los trastornos relacionados con el estrés, como la ansiedad y la depresión.” Curiosamente, los neurotransmisores como la serotonina también se encuentran en el intestino. De hecho, la mayor concentración de serotonina, que está relacionada con el control de estado de ánimo, depresión y el control de la agresividad, se encuentra en sus intestinos, no en el cerebro. Si Usted Tiene estos Síntomas, el Estrés Podría estar Causando eus Síntomas Intestinales El Harvard HealthBeat ha reunido una lista de síntomas físicos, conductuales y emocionales del estrés. Prácticamente todos estamos expuestos al estrés todos los días, pero estos signos indican que el estrés podría estar afectando su vida diaria y podrían estar aumentando su riesgo de problemas de salud: Síntomas Físicos Rigidez o tensión muscular, especialmente en el cuello y hombros Dolores de cabeza Problemas para dormir Inestabilidad o temblores Reciente pérdida de interés en el sexo Aumento o pérdida de peso Ansiedad Síntomas Conductuales Dejadez Rechinar los dientes Dificultad para completar tareas Cambios en el consumo de alcohol o comida Empezar a fumar o fumar más de lo normal Aumento del deseo de estar o alejarse de alguien Reflexión (hablar mucho o meditar sobre situaciones estresantes) Síntomas Emocionales Llanto Sensación de tensión o presión abrumadora Problemas para relajarse/Nerviosismo Mal temperamento Depresión Poca concentración Dificultad para recordar cosas Pérdida del sentido del humor Indecisión

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